Hace un tiempo que te venimos anticipando esta cocina, un trabajo que tiene mucha historia. La construimos para Feli y Javier hace nada menos que 30 años y, a día de hoy, sigue como en el momento en que la terminamos.
Por supuesto, se han cambiado algunos electrodomésticos, pero el resto de la cocina está tal cual. Y nos encanta compartir con vosotros este pequeño viaje en el tiempo porque, a veces, el que algunas cosas nos acompañen sin apenas cambios a lo largo de los años, transmite una agradable sensación de tranquilidad. Vendría a ser como un «punto de anclaje».
Si observas bien esta cocina con tres décadas de uso a sus espaldas, te darás cuenta de que han cambiado muchas cosas en cuanto a estética, comparándola con las que hacemos hoy en día, pero lo más importante, ya estaba allí. Para nosotros es un ejemplo claro de durabilidad y calidad, características que están presentes en todos nuestros proyectos, pensados para que acompañen a sus propietarios durante muchos años.
Centrándonos un poco más en la cocina en sí, hay que destacar el protagonismo de la madera como material principal y el minucioso trabajo en la cornisa, el tapa luz (en la parte baja del mueble alto), así como en las pilastras y terminaciones de la alacena, que preside la zona del comedor. Son terminaciones muy de ebanistería que desprenden calidez, familiaridad y, por qué no decirlo, un punto de nostalgia.
Una cocina para toda la vida
En esta ocasión, hemos querido salirnos de la norma cuando compartimos proyectos con vosotros y dejar que sean Feli y Javier quienes nos hablen de su cocina.
“Esta cocina no solo es parte de la casa, también lo es de nuestra vida. Está llena de vivencias y de muchos recuerdos, ha sido testigo de todo lo que nos ha sucedido a lo largo de los años”. A esto mismo es a lo que nos referíamos cuando hablábamos de la importancia de la durabilidad de los materiales y a la calidad de la construcción, ya que facilita que una cocina como esta, nos acompañe durante muchos años. En definitiva, hablamos de #EspaciosLlenosDeVida.
«Es el centro neurálgico de la casa, todo gira alrededor de ella. Es un espacio multifuncional, lo mismo se cocina, se come, se hacen tertulias, se utiliza de zona de estudio, de trabajo… Pasamos mucho tiempo en esta cocina.»
Nos encanta lo que nos cuentan nuestros amigos (tenemos que decir que ésta es la segunda cocina que hacemos para ellos), porque coincide con nuestra idea de la cocina, como lugar donde hacer mucho más que su uso más obvio.
Feli y Javier nos cuentan además qué es lo que más ilusión les hizo cuando nos encargaron este proyecto. “Lo que más nos apetecía era tener el horno en columna y que quedara en alto para una mayor comodidad, y también queríamos tener una alacena para almacenaje. Al ser la segunda cocina que planeábamos, ya teníamos algunas ideas».
Por otra parte, es una alegría comprobar cómo la cocina, «después de tantos años, tiene esa capacidad de asombrar al que la ve por primera vez. En ella se han bocetado muchos propósitos, algunos se han llevado a cabo y otros están por conseguir».
Terminamos nuestro recorrido dando las gracias a Feli y Javier por confiar en nosotros, por atendernos para realizar este artículo, y les deseamos que sigan disfrutando de tantos momentos únicos en torno a esta cocina que han tratado con tanto cariño.
Y, por supuesto, que esos propósitos por conseguir ¡se vean cumplidos muy pronto!